El éxito de un ladrón
cuando va a efectuar uno de sus golpes dependen de numerosos factores.
La experiencia, qué duda cabe, es un grado. Y qué decir de la
preparación. Tiene indudable importancia el diseño de un buen plan, así
como la discreción con que se actúa. Pero como en otras muchas
profesiones, no hay que despreciar el papel que juega la suerte. A quien
no le acompaña da igual el tiempo que haya empleado en formarse o las
precauciones que haya tomado para que una tarea le salga bien. Fracasará
sí o sí.
Es el caso de tres rateros que recalaron en Burgos capital hace pocas
fechas. Se colaron en un edificio para robar en los pisos, pero el
ascensor se convirtió en una trampa. Se averió en el momento menos
oportuno. Es decir, con ellos dentro. La Policía Nacional no lo tuvo
nunca tan fácil para detener a unos delincuentes.
Los vecinos de un inmueble del centro de la ciudad detectaron de
madrugada la presencia de varios desconocidos dentro del portal, razón
por la que telefonearon a la Comisaría. Los ladrones se dieron cuenta de
que les había cazado y se metieron en el montacargas, con tan mala
suerte que se atascó. Cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional
los inquilinos de las viviendas les advirtieron de que las personas que
estaban encerradas hablaban en voz baja. El portero pudo finalmente
desbloquear el ascensor y liberar a los cacos, que por una vez a buen
seguro prefirieron seguir ‘cautivos’, porque después serían arrestados.
Los agentes inspeccionaron las puertas de las viviendas y se dieron
cuenta de que la cerradura de una de ellas había sido manipulada. En ese
momento avisaron al vecino, quien comprobó que los delincuentes no
habían podido acceder al interior de su casa, aunque fue necesaria la
intervención de un cerrajero.
Las indagaciones posteriores de la Policía Científica permitieron
localizar en el montacargas algunos efectos que presumiblemente habían
usado los ladrones, tales como un extractor de bombines, un
destornillador profesional y un par de guantes.
Los detenidos son F.R.G., de 22 años y vecino de Burgos;P.A.M.M., de 21
y originario de Salamanca, y V.M.V., de 43, procedente de Valladolid,
todos ellos con numerosos antecedentes penales. Los sospechosos han
pasado ya a disposición judicial como presuntos autores de un delito de
robo en vivienda. La Policía no descarta que la banda estuviera
compuesta por más integrantes.
La operación estaba enmarcada en el plan contra la delincuencia
itinerante puesto en marcha hace un año por la Dirección General de
Policía. Los detenidos eran miembros de un grupo que operaba en
distintos lugares de Castilla y León.
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