domingo, 26 de abril de 2015

Si los autónomos saltaran todos juntos, el país temblaría

Es una utopía poner de acuerdo a un colectivo tan grande y tan heterogéneo como el de los autónomos. Esto le viene muy bien a diferentes actores, desde el gobierno de turno a representantes patronales y de la gran empresa que se erigen en portavoces del colectivo. Pero lo cierto es que si los autónomos saltaran todos juntos, el país temblaría.
No vamos a discutir si un día de paro de los autónomos sería un cierre patronal o una huelga, pero lo cierto es que daría una buena medida del poder y la influencia en la economía de este colectivo. O simplemente que todos decidieran pedir un aplazamiento de los pagos a la Seguridad Social, por ejemplo, las arcas de dicho ente tendrían una merma considerable.
Porque ahora que estamos en año electoral oímos los cantos de las sirenas que dicen preocuparse por este sector profesional, pero lo cierto es que llevamos tres años de travesía por el desierto, de promesas incumplidas, de ninguneo a las demandas de los autónomos, o peor todavía, de una vuelta de tuerca para exprimir fiscalmente a los mismos.
Y lo que es peor, siempre con la sombra de la duda, con la sospecha de los Ministros del ramo que hablan como si todos los autónomos, también las pequeñas empresas, fueran defraudadores profesionales. Por eso siempre se puede grabar con un punto más en los impuestos a los profesionales.
Total luego ya llegará el momento cercano a las elecciones de turno donde les den un caramelo con una pequeña reducción que suponga una pequeña bajada. Y lo peor de todo es que un sector de autónomos fuertes al final acaba por significar más ingresos para el Estado, menos paro, más gente que busca en el autoempleo su oportunidad, etc. Una pena que nadie sepa ver más allá de los ingresos anuales para hacer una política fiscal con este colectivo a largo plazo.

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